Tradicionalmente, las organizaciones han definido roles y actividades muy puntuales para los liderazgos. Estas actvidades se han concentrado tradicionalmente en la planeación, la organización, la dirección, el control y la administración; sin embargo, las transformaciones del contexto actual, requieren un nuevo dinamismo que permita hacer frente a nuevos desafíos desde liderazgos que se enfoquen en la innovación, la inclusión, la expansión e incluso el emprendimiento y la proactividad.
Hoy, se requieren liderazgos disruptivos, que piensen diferente y que logren articular una visión del futuro desafiante, motivadora y positiva mientras articulan equipos de alto desempeño, autodirigidos y capaces de generar nuevos conocimientos. Esto implica, motivar a aprender acerca de la competencia, las nuevas tendencias del mercado y la forma en la que se puede llevar a cabo un proceso de innovación y adaptación al cambio.
Los gerentes y directivos deben incorporar un conjunto diverso de estilos de pensamiento para hacer frente a los desafíos que enfrentan, propiciando un intercambio constante de puntos de vista que permita integrar sus experiencias para desarrollar estrategias transversales.
Así mismo, el mindset reset de los liderazgos debe motivarlos a pensar como emprendedor para expandir su percepción y aumentar su acción, con la finalidad de encontrar nuevas vías de desarrollo. Y esto haría que las organizaciones miraran más hacia el futuro con una visión más vibrante, alerta, y abierta a la innovación.
Los liderazgos al interior de las organizaciones deben estar abiertos al cambio pero también, a redefinir las actividades y características de ccada proceso con el objetivo de buscar un modelo de desarrollo que se ajuste a las necesidades de la organización y a las nueva dinámica de los mercados; lo cual necesariamente requiere un cambio en el mindset organizacional, orientándolo hacia el crecimiento. No obstante, las organizaciones deben prestar especial atención a las siguientes consideraciones al detonar un cambio en el mindset organizacional para orientarlo al crecimiento:
- La mentalidad de crecimiento no necesariamente conlleva al desarrollo del negocio.
- La mentalidad de crecimiento debe alinearse al propósito de vida de las personas.
- El crecimiento no tiene límites, los recursos sí.
- La mentalidad de crecimiento requiere una actitud positiva, siempre.
Los líderes deben considerar si sus enfoques actuales realmente ayudan a las personas a ver su propio potencial de forma regular, y si los miembros del equipo ven los fracasos como amenazas u oportunidades.
Medir estos factores, comenzando con las conversaciones cotidianas, puede ayudar a guiar a los líderes a fomentar una mentalidad de crecimiento genuina.